
Ahora le toca al hombre Libra.
El hombre Libra tiene una energía sutil, elegante y equilibrada. Está regido por Venus, el planeta del amor, la belleza y la armonía, lo que le da un magnetismo natural y una forma de ser que atrae por su calma, su amabilidad y su capacidad de conectar con los demás desde la empatía.
Tiene un don especial para comprender los puntos de vista ajenos. Siempre busca el equilibrio, la justicia y la paz, tanto en su entorno como dentro de sí mismo. Por eso, el hombre Libra suele ser un mediador nato, alguien que evita los conflictos y prefiere el diálogo antes que la confrontación.
En el plano espiritual, su gran aprendizaje está en aprender a decidir desde el alma y no desde el miedo a perder la armonía. A veces, su deseo de complacer o de mantener la paz puede hacerle postergar sus propias necesidades, olvidando que la verdadera armonía empieza en el interior.
Cuando está alineado, el hombre Libra brilla con una elegancia serena. Tiene una energía encantadora que no busca imponerse, sino compartir. Sabe escuchar,
sabe acompañar y tiene un sentido profundo del equilibrio entre el dar y el recibir.
Es romántico, sensible y muy consciente del efecto que sus palabras y gestos tienen en los demás.
Cuando está desconectado de su centro, puede caer en la indecisión, en el exceso de análisis o en el miedo a tomar partido. Pero cuando logra confiar en su intuición, se convierte en un alma que inspira calma, amor y claridad.
Su energía nos recuerda que la vida es más bella cuando hay equilibrio entre la razón y el corazón, entre el deber y el deseo, entre el amor propio y el amor compartido.
El hombre Libra representa el arte de amar con equilibrio, pensar con sensibilidad y vivir con elegancia espiritual.
Hasta las próxima!
